sábado, 30 de octubre de 2010

Al Alba


por P. B.

Temprano ,

al Alba .


Mi almohada sin ti


respira tu aroma ,


mi mano recuerda


rozar tu cadera .




Yazco en el lecho


de hechizos lleno ,


tu cuerpo aún poseo


en memoria ...


al Alba

lunes, 23 de noviembre de 2009

Pan Fresco

…eres como el pan fresco

crujiente de sentimientos

con el aroma de lo recién horneado

por nuestro querer .

Eres mi hogaza de calor y ternura

hecha de semilla de trigo

que reventó con tu pasión.

P. B.

derechos reservados


viernes, 13 de febrero de 2009

Estoy en la esquina de siempre...
Copérnico y López Mateos

por Mony

Estoy en la esquina de siempre
por gusto mucho
es el lugar más pacifico del mundo
a pesar del tráfico y el sol
el ruido y la gente.

Estoy en la esquina de siempre
por costumbre mucho
el eco de tu risa rebotando en el piso
la huella de tu carro y el mío
tú y yo
cada quien en su lugar nocturno
esperando a la madrugada...
y al final yo
y nuestros fantasmas.

Estoy en la esquina de siempre
por necesidad mucho
de saber que sigue ahí
ella, yo y el mundo
aun sin ti
como dicen
contigo, sin ti
y a pesar de ti.

Estoy en la esquina de siempre
por odio también
el deseo eterno de borrar tu recuerdo
y sembrar nuevas esperanzas
flores y jardines
de sueños verdaderos
sin la fragilidad de tu vidrioso amor.

Estoy en la esquina de siempre
sólo por matar el tiempo
por dejar al día pasar
sin que pase por encima de mí
por decirle a ti y a todos
que ésta soy yo
siempre sonriendo y sin parar... nunca jamás.

Estoy en la esquina de siempre
por amor quizás
a lo que me dejaste siendo
a lo que ya no hacemos
por bien ser y bien estar...
estoy en la esquina de siempre
porque la esquina es como yo
todos pasan
la usan, la dejan, la quieren, la miran
y ella no se inmuta
sigue en su lugar
siempre en Copérnico y López Mateos.

jueves, 5 de febrero de 2009

No estoy

Gabriela Pilger

Porque el aire está pero no siento que respiro
Sólo veo las cosas que viven por él.

Así sé que el tiempo transcurre en las cosas, en las escenas, en los comienzos y los finales.

Y al final.
Al final de la tristeza empezamos a ver una flor respirando, naciendo y muriendo.

tomado de http://www.predicado.com/articulo/no%20estoy-245744.html

viernes, 3 de octubre de 2008

Sorb.vicio

por Marjorie Suyen

De puntillas goteaban unos pasos en el silencio oscuro de un atardecer; se enrumbaban presurosos al norte de una sonrisa que comenzaba a aparecer; iban deseosos, hambrientos y presuntuosos.

De uno se sentían miles, llevaban a cuestas el preámbulo de unas tibias intensiones, anunciadas, provocadas; derramadas en el presente del amo de sus pasiones; iban curiosos, traviesos y ansiosos.

Iban a su tiempo, tus dulces artífices de sensaciones, mis bandoleros de pasiones; son ellos los hechiceros moradores de tus dedos, que se enfilan a mi boca moribunda, por un sorbo de tu piel.

martes, 23 de septiembre de 2008

A dos puertas de distancia. La tuya y la mía.

ÁNGELA ARIAS
escritora costarricense

Llueve. No se aprecia la tarde, pero tampoco es de noche. Las nubes ocultan los rayos del sol, que suelen dar los tonos pasteles a estas horas del día.

Llego a casa. No hay luces encendidas. No, espera. En tu habitación hay luz. Entro a casa y saludo. Respondes vagamente, con desencanto, como si estuvieras harto de que llegue a casa. Al menos esta vez contestaste, y no me dejaste en silencio con mis palabras retumbando en mi cabeza. Aunque no sé qué es peor: tu silencio, o tu respuesta llena de odio. La soledad, o tu presencia fría y vacía.

Tu puerta está cerrada. De nuevo. Hace mucho que dejaste de abrirla para mí. Entro a mi cuarto, y también cierro la puerta. No tolero ver la tuya cerrada. Prefiero ver la mía.

Tiro mis cosas a un rincón, mientras me convenzo de hacer los deberes. Patrañas. Yo sé, y la cama también lo sabe, que me acostaré a descansar y a pensar en nada. O en todo, depende de cómo se vea. Si me hablaras, perdería el tiempo de manera más inteligente. Ambos lo haríamos. Pero nada. Ni una palabra de ti o de mí. Yo ya me harté de intentarlo. Es cansado y es hiriente. Nunca respondes, o lo haces arrugando la cara y engrosando la voz.

Detesto en lo que te has convertido.

Casi tanto como tú me detestas a mí.

Como lo predije, he perdido el tiempo mirando el techo de mi cuarto desde la comodidad de mi cama. Te oigo abrir tu puerta. Seguro que vas al baño. Solo para eso sales. Sí, al baño. Escucho cómo abres la ducha, y te peleas con ella para que caliente el agua. Sí, debes de tener frío. No me sorprendería que así fuera, con esa actitud distante y vacía que has adoptado en los últimos meses.

Escucho cómo te suenas la nariz. Siempre has tenido esa asquerosa sinusitis que te obliga a dormir con papel higiénico en las fosas nasales. Una imagen bastante grotesca, si me permites decirlo. Pero no, por supuesto. Ya no me permites decir nada.

Pero aún así, en la soledad cálida de mi habitación, quiero imaginar que te suenas la nariz por haber estado llorando. Tal y como lo hago yo cuando ya es muy entrada la noche y confío en que no me escucharás. Pero, de nuevo, nunca lo haces o finges muy bien nunca hacerlo.

Perfecto, como sea.

Sigue sonándote la nariz. Yo seguiré imaginando que has llorado por mí, porque me extrañas. Es lindo imaginar. Es lo único que no me has quitado.

Cierras la ducha y te oigo salir del baño. Imagino que antes de volver a tu habitación dudarás y te animarás a llamar a mi puerta. Y yo, por supuesto, la abriré para ti. Como siempre he estado dispuesta a hacerlo.

Pero no. Te has ido directo a tu cuarto. En lindo imaginar y soñar. Pero terrible crecer, despertar y encontrarse de frente con la realidad. Es justo lo que me ha pasado ahora.

Suspiro. Ya fue suficiente nostalgia por hoy. Hablarás cuando estés listo. Niños---nunca crecen rápido. Ojalá que tú sí lo hagas. Pronto. Te echo de menos.

Me levanto. Esta vez sí haré los deberes. O me detendré un momento ante tu puerta para acariciar su oscura madera. La abrirás cuando estés listo. Mientras tanto, espero. Creo que soy paciente. Por ahora…No, por supuesto. No tengo ganas de hacer esos malditos deberes, aunque sé que sería bueno distraerme con ellos.

Por ahora veré hacia mi puerta, imaginando, deseando, planeando cómo llegaré mañana temprano a casa antes que tú. Así dejaré las luces encendidas, para que sientas mi calor recibiéndote aunque no te des cuenta de ello.

Mientras tanto, nuestras puertas siguen cerradas, y nuestras palabras asustadas y atrapadas en nuestras bocas. Buenas noches, hasta mañana.

Tomado de http://aesir-yo.blogspot.com/2008/09/n1-dos-puertas-de-distancia.html

viernes, 30 de mayo de 2008

Persuación del homo

por Clepsidra

tomado de http://www.predicado.com/articulo/persuasi%F3n%20del%20Homo-235865.html

El mortal, emerge de un útero
-y retorna a él-

brota como flor, huye como sombra
-sin detenerse-

¿Sacará lo puro de lo impuro?

¡En ninguna manera!

Si sus días están determinados
las cifras de sus meses acatan a él

una vida pasajera lo cobija

y una vez acostado
no se levantará.